Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? Se podría definir como:
Un vínculo asociado a la representación cuyo objetivo es persuadir a través de recursos retóricos tanto verbales, como icónicos o auditivos.
Así como son usados en la poesía, los recursos retóricos también se instalan en la imagen para cumplir una función o varias a la vez.
El diseñador gráfico hace uso de estos elementos con una finalidad que puede ser la creatividad, la persuasión, manipulación y engaño entre otros,y de esta forma, alterar la realidad para convencer sobre algo, defender una idea que el transmisor modifica para hacerla llegar de una forma más directa y profunda.
En la publicidad, estas figuras se clasifican en cuatro grupos según sea la función o relación en la imagen:
Adjunción, en la que se añade elementos que incrementan la información en la comunicación, y donde encontramos figuras como la repetición, comparación, acumulación, adición, antítesis, doble sentido, antanaclase y yuxtaposición. Algunos ejemplos:
Repetición: aparecen varios elementos iguales para atraer la atención y resaltar el producto.
Acumulación: es la repetición de elementos similares
Comparación: se utiliza como estrategia para hacer pensar, siendo un recurso frecuente tanto en publicidad como en contrapublicidad.
Antítesis: contraposición de elementos contrarios:
Supresión como la elipsis, el circunloquio, la suspensión o la reticencia. Estas figuras son las más usadas en publicidad.
Elipsis: hacemos referencia a algo sin mostrarlo
Sustitución: metonimia, personificación, hipérbole, litote, metáfora, ironía y prosopopeya.
Ironía, a través de la cual se busca dar a entender lo contrario:
Metáfora: sustitución de un elemento por otro
Personificación:
Hipérbole o exageración:
Intercambio: sinécdoque, donde utilizamos una parte para representar el todo y viceversa
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