sábado, 9 de marzo de 2013

educación integral

Debemos educar a través de un educación integral que cubra las necesidades del alumno tanto emocionales como afectivas, y no solo las intelectuales, haciendo de  la educación, una relación más humana, y no meramente sistemática y superficial, ya que como personas que educamos a personas, no podemos dejar pasar por alto las necesidades más prioritarias y vitales de los alumnos.
Debemos tener en cuenta las distintas necesidades, ya que el contexto en el que vivimos y las condiciones que nos rodean no son las mismas, y por ello, es fundamental poder localizar  las carencias que pueden suponer una barrera en la socialización y el bienestar de muchos alumnos.
Nuestra intervención puede suponer en muchos casos un apoyo muy positivo para el alumno, un punto de partida para que se sienta seguro, acogido y respetado, a diferencia de lo que ocurre en muchas aulas en las que los que más necesidades tienen, son apartados para "no interferir" en la progresión del resto y de estar forma se tiende a dejarles a un lado por una cuestión de "comodidad".
Por ello, creo que transmitir conocimientos no conlleva mucha dificultad, pero poder educar es algo que va más allá, algo que nos hace estar despiertos en todo momento para poder responder de forma correcta a algo que esta en nuestras manos y que conlleva una gran responsabilidad como es, ser el punto de referencia y la guía fundamental en el desarrollo del alumno. 
Tenemos una responsabilidad en la que no podemos acomodarnos en ningún momento y de la que tenemos que ser conscientes para no caer en la dejadez de creer que todo vale, o que no hay nada que hacer.

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